La primera escapada aprovechando algunas amistades repartidas por la zona fue rumbo al Pirineo Aragonés, donde queríamos hacer algo de deportes de aventura, ya que nuestros amigos están metidos en ese mundillo, y también algunos senderos por la zona.
Nosotros, para empezar con la actividad y desengrasar un poco la musculatura, nos decidimos por realizar uno de los senderos más clásicos de la zona.
Senderismo al Plà de Aigüalluts


Una vez pasado el cruce de caminos, el sendero va ganando desnivel de forma bastante pronunciada, ya que tenemos que superar aproximadamente unos 100-120 metros de desnivel hasta llegar a la gran pradera previa al FORAO D’AIGUALLUTS.
En esta zona hay tramos que el camino se estrecha bastante y el firme discurre sobre roca, por lo cual hay que caminar con precaución, ya que es fácil que debido a la humedad y barro algunos tramos sean resbaladizos.
Llegados a la pradera ya se intuye la CASCADA D’AIGUALLUTS, pero lo que todavía no se ve el es el Forao, que es un gran agujero kárstico bastante impresionante que recoge las aguas de los glaciares de la zona y que se considerara el nacimiento del río Garona. Sus aguas desaparecen bajo tierra para aparecer de nuevo en el Valle de Aran e ir a desembocar en el océano Atlántico ya en territorio francés.



Una vez a la altura del Forao lo bordearemos por la izquierda, para seguir subiendo y en unos cinco minutos aproximadamente llegar hasta la altura de la cascada. Poco después llegaremos a la gran pradera del PLÀ D’AIGUALLUTS (2074 msnsm), por la cual discurren pequeños riachuelos que recogen las aguas del deshielo del glaciar del Aneto y los diferentes picos y barrancos de la zona.
La zona es ideal para realizar un picnic y coger aire y energía para si queremos alargar la ruta seguir hasta el Ibon del Toro, al cual se accede por un sendero al final de la pradera.
Nosotros desechamos esa opción y después de almorzar, como ya se empezaban a concentrar nubes por la zona del Aneto, emprendimos el camino de regreso deshaciendo lo andando previamente y esta vez, ya desde La Besurta, cogimos uno de los buses de regreso hasta Los Llanos del Hospital.




Esta ruta esta ideal para hacerla en primavera y verano, pero también se puede hacer en invierno con raquetas de nieve y disfrutaremos del entorno de una manera totalmente diferente. Para realizarla en invierno, aparte de tener en cuenta las previsiones meteorológicas, como se han de tener en cualquier época del año, habrá que informase muy bien del estado de la nieve y el riesgo de aludes, ya que la zona es muy propensa a sufrirlos y raro es el año que no hay algún accidente por este motivo.
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