Ruta de 4 días en Oslo. Una escapada exprés a las puertas del invierno.
Este puente de diciembre hemos tenido la oportunidad de visitar Oslo. Si bien nosotros solemos dejar los viajes más lejanos para cuando tenemos vacaciones, la unión de unas buenas tarifas de avión más este puente, que venía en modo superlativo, nos ha animado a darnos este pequeño lujo.
Tabla de contenidos
¿Cómo llegar a Oslo?
Para nosotros que vivimos en las Islas Canarias la respuesta está clara. El avión es nuestra única vía de acceso a este país y más teniendo en cuenta que era una corta escapada.
Con la proliferación de las aerolíneas low cost, ya sea fruto de la insistencia o bien de la casualidad, es bastante fácil encontrar buenas tarifas a la gran mayoría de las capitales europeas.
Para este caso en concreto nosotros hemos pagado casi lo mismo para ir a Oslo que lo que nos hubiese costado ir a Madrid, que era nuestro destino original para el puente.
Volamos con Ryanair siendo el aeropuerto de entrada fue el de Torp Sandefjord, ojo con esto que se encuentra a 120 Km del centro de Oslo, o lo que es lo mismo, a una hora y media en bus que es una de las formas de llegar a la ciudad y, por lo menos para nosotros, la más cómoda.

El precio del billete de bus desde el aeropuerto hasta la estación central de autobuses de Oslo es de nada más y nada menos que 440.00 Nok los adultos y 240 Nok los niños de 4 a 15 años.
Los puedes comprar online AQUÍ.
El precio de este traslado es importante tenerlo en cuenta ya que puede salir a cuenta volar al aeropuerto principal de Oslo, desde donde el traslado a la ciudad cuesta algo menos de la mitad que desde Torp.
Los horarios de los buses en Torp están coordinados tanto a la llegada como a la salida con los horarios de los aviones, así que la espera es mínima y a pesar del largo recorrido hasta la ciudad resulta bastante cómodo.
El transporte en Oslo
El centro de la ciudad de Oslo es lo suficientemente pequeño como para moverse a pie y sin necesidad de usar los transportes públicos.
No obstante, si visitas la ciudad con niños y temperaturas de 2ºC-3ºC como la visitamos nosotros, estos se agradecen para poder moverse más rápido de un punto a otro. Además para algunas visitas, como las de los museos de la península de Bygdoy o el famoso salto de esquí de Holmenkollen, la mejor opción es el transporte público.
Debes tener en cuenta que todo lo que sea comprar el billete de transporte en el momento de usarlo es más caro que comprarlo previamente, así que bien vale la pena ser previsor y anticipar las compras.
Existen billetes individuales, por una hora y por 24 horas. Además hay que contar con el Oslopass, donde se incluyen las entradas a los diferentes museos de Oslo, que también incluye los transportes de la ciudad.
Los precios de las tarjetas de 24h de transporte son de 90 Nok los adultos y 45 Nok los niños.
Los precios del Oslopass los puedes consultar y comprar en el siguiente enlace:
Los niños hasta los 4 años viajan gratis en el transporte. Cuidado con la picaresca, aunque parezca que no hay ningún control de entrada ni salida del metro, bus o tranvía, si que pasan revisores de vez en cuando chequeando que todo esté en orden.
Donde hay tanta tolerancia, respeto y confianza está hasta feo ir de listillos y saltarse las normas por ahorrarnos un par de euros.
¿Dónde dormir en Oslo?
La renta per cápita de Noruega prácticamente triplica la de España así que lógicamente las opciones baratas para dormir en Oslo son bien poquitas.
Para apretar el presupuesto en este apartado tenemos dos opciones.
Hacer una intensa y larga búsqueda en los portales más habituales que ofrecen alojamiento por la red.
O bien, la que recomendamos nosotros, que es reducir esa búsqueda a un par de clicks de ratón usando un concentrador de ofertas como Hundredrooms.com.
Esta herramienta ofrece los resultados de búsqueda de las plataformas más habituales y con un sencillo sistema de filtros puedes reducir los resultados para que se ajusten perfectamente a tus intereses
Para estos días en Oslo al final elegimos un estudio privado a tan solo 350 metros de la estación central de autobuses de Oslo y un escaso kilómetro del Centro de Información Turística de Oslo. En un barrio con restaurantes, comercios donde hacer una pequeña compra y bastante cerca del metro.
Un apartamento completamente equipado con cocina, baño con calefacción por el suelo, que era una alegría entrar en él. Televisión de pantalla plana para ver algunos dibujos en Noruego O_o Y wifi para no perder la conexión con el mundo.

Precio final del apartamento 45 eur/noche. Muy difícil de superar ya que los precios por el centro de Oslo de los hoteles empiezan todos en habitación doble desde los 60-70 eur para arriba.
¿Dónde comer en Oslo?
Comer barato en Oslo es prácticamente una misión imposible.
Para que os hagáis una idea de como van los precios nosotros un día nos acercamos a un par de foodtrucks pensando que sería una opción barata y tanto una hamburguesa en uno, como un burrito en otro, se iban a los 120 Nok. Algo así como 13,50 eur.
Como era un tema que teníamos claro y teníamos un apartamento con cocina a disposición, nos llevamos unas cuantas provisiones desde casa e hicimos una minicompra nada más llegar. Así y todo lógicamente algún que otro día nos tocó comer por la ciudad.
Los que podemos recomendar son los siguientes.
Bahn Mi: Cerca del Ayuntamiento y para comer algo rápido y barato. Comida con toques asiáticos.
Fiskeriet Youngstorget: Un pequeño homenaje que nos dimos. Una pescadería-marisquería que también es restaurante. Genero fresco y bien rico. Nos comimos una caldereta de pescado y marisco y un ratfisk (trucha fermentada) que estaban espectaculares. Magec un típico fish&chips que también triunfó bastante. Además hay personal español trabajando en él con lo cual todas las dudas respecto a los platos quedan resueltas. 100% recomendable.

Mathallen Oslo: Un Mercado transformado en zona de restauración con una gran variedad de oferta gastronómica. Hasta una bar de tapas español hay dentro de él. La única pega es que no está en el centro pero hay cosas interesantes que ver en la zona. Te lo explicamos en este mismo post.

¿Qué ver en Oslo?
La ruta que hicimos en la ciudad la teníamos pensada para hacerla en tres días ya que el cuarto nos lo habíamos reservado para, en caso de haber nieve, disfrutar de ella en la zona de trineos de Korketrekkeren (sacacorchos en Noruego) y en caso de no haber nieve, como nos pasó, hacer algo de senderismo por la misma zona.
El primer día lo hicimos a pie para poder ubicarnos bien dentro de la ciudad.
Tras llegar al Oslo Visitor Center, que nos costó un poco encontrarlo, nos dimos cuenta de que a pesar de haber cambiado la hora de los relojes algo nos había fallado y llegamos una hora después de lo previsto haciéndonos perder el tour gratuito por Oslo al que nos habíamos apuntado.
Así que decidimos tomarlo con calma. Pedimos unos mapas, algo de información y compramos el Oslopass para 48 horas y una tarjeta de transporte para Magec, ya que los niños tienen entrada gratuita en la mayoría de los museos como poco hasta los 6 años.
Tanto el Oslopass como la tarjeta de transporte los usamos los siguientes días ya que este lo dedicamos a recorrer la ciudad a pie. De ahí pusimos rumbo a uno de los edificios icónicos de la ciudad.
La Casa de la Ópera
Empezamos a ser conscientes en este lugar del frío que nos iba a esperar durante estos días, ya que el agua que rodea el edificio estaba helada y gran parte de los techos y fachadas también.
La particularidad de esta visita es que se puede subir caminando por escaleras y rampas hasta la azotea del edificio regalándote unas espléndidas vistas de la ciudad. La bajada, aprovechando que las rampas estaban heladas y sabíamos ya que no había nieve en el Sacachorcos, las bajamos deslizando … unas cuantas veces.


Siguiendo el frente marítimo nos acercamos hasta uno de los conjuntos monumentales más importante de Oslo.
El Museo de la Defensa
Hay que decir que al Museo de la Defensa llegamos de casualidad y al final no vimos la exposición que hay dentro de él. Nada más entrar vimos que tenían una zona con talleres navideños y ahí que nos fuimos directos. Además servían galletitas y vino caliente Glöggwein (sin alcohol) que nos hizo quedarnos un buen rato a refugio del frío.


Sólo para ver los edificios por fuera ya vale la pena acercarse a este museo. Señoriales y enormes.

A la salida nos encontramos en medio de un duelo a muerte con espada. Una advertencia de que estabamos llegando a la zona medieval. Afortunadamente no hubo heridos aunque si dejaron a Magec perplejo ante lo que estaba viendo.

Y ahora si, tras pasar un puente levadizo de madera, como mandan los cánones, llegamos a
La Fortaleza de Akershus.
El conjunto amurallado, que data del año 1300, alberga a día de hoy el Castillo, el Museo de la Defensa, el Museo de la Resistencia, varios ministerios y toda una serie de edificaciones de carácter militar. Pasear por su plaza principal, recorrer todo el perímetro de la muralla con vistas al fiordo, visitar el interior del Castillo o ver a los guardias reales haciendo rondas por algunas de sus murallas nos transportarán a otra época.
La entrada a la Fortaleza es gratuita pero si queremos visitar los museos y el castillo tocará pasar por caja. Aunque la entrada a ambos lugares se incluye en el Oslopass.


Saliendo de la Fortaleza de Akershus rápidamente nos encontramos con el edificio que alberga quizás el acto más importante que se celebra en la ciudad.
El Ayuntamiento de Oslo
En el Ayuntamiento de Oslo es donde se entrega el Premio Nobel de la Paz, el único que se entrega en Noruega. Justamente se entregaba un par de días después de nuestra visita a la ciudad y por ese motivo estaba clausurado y no pudimos ver su interior. Aunque es bien recomendable la visita.

Teniendo en cuenta que habíamos empezado el día bastante tarde y el buen rato que habíamos pasado tanto en la Casa del Opera como en la Fortaleza de Akershus, ya se nos estaba echando la noche encima y teníamos que ir pensando en finalizar el día. Pero no sin tener tiempo antes para una última visita. Visita que no puede faltar nunca en una escapada por estas fechas.
Los mercadillos navideños
Dos mercadillos pudimos visitar durante los días que estuvimos en la ciudad, pero sin duda el que más ambiente tiene de los que vimos es el situado entre el Teatro Nacional y el edificio del Parlamento y al lado de la famosa calle Karl Johans.
Aparte de todos los puestitos imaginables de comida popular, dulces, decoración, prendas de lana, etc, etc … el mercado cuenta con una pista de patinaje sobre hielo, tiovivo y una noria. Así que imaginaros la cara de Magec antes semejante panorama y viendo que iba a subirse por primera vez a una noria.
Genial el rato que pasamos allí, especialmente viendo como disfrutaba Magec ante tantas emociones y nuevas experiencias.




Después de vivir estos momentos las energías empezaban ya a flaquear, así que emprendimos rumbo a nuestro alojamiento y dimos por cerrada la primera jornada.
Para el siguiente día ya teníamos operativo el Oslopass, así que arrancamos bien pronto la jornada para dirigirnos a nuestra primera visita. Este día bien lo podríamos llamar “Tras la ruta de los grandes exploradores noruegos”. Nos gustó tanto que le hemos dedicado un capítulo aparte “Museos de Oslo. Tras la huella de los grandes exploradores”.
Así y todo aquí van unas breves pinceladas de lo que vimos.
Salto de esquí de Holmenkollen y el Museo del esquí
La rampa de salto se encuentra a las afueras de la ciudad y hasta ella se llega en metro sin problema.
En funcionamiento desde el s.XIX y con varias remodelaciones a sus espaldas, lógicamente. Aparte de la rampa de salto y sus vistas panorámicas a la ciudad, alberga el Museo de Esquí, donde se hace un repaso a la evolución de este deporte y forma de vida al fin y al cabo para los noruegos. Aquí es donde uno empieza a darse cuenta del carácter explorador de este pueblo.

Museo del fólklore noruego, o Norsk Folkemuseum
Este museo ya se encuentra dentro de la península de Bygdoy. Al sudeste de la ciudad de Oslo.
En temporada alta se puede llegar en ferry pero si este no funciona, como en invierno, una línea de bus hace el recorrido por todos los museos de la zona.
Se trata de un museo al aire libre donde se muestran reproducciones y originales de casas de diferentes zonas de Noruega. Tiendas típicas, granjas, almacenes, campos de cultivo y hasta una iglesia medieval. Una buena forma de acercarse a los modos de vida noruegos.

El Museo Vikingo
Uno de los platos fuertes del día. Se pueden observar tres barcos vikingos, con más de 1100 años de antigüedad, en diferentes estados de conservación y otros elementos de la cultura vikinga.
No nos hará falta mucho para ponernos en situación y quedarnos perplejos ante la idea de que con esas naves recorrieron gran parte del océano atlántico hace más de mil años.
Descubrimos algunas cosas que te hacen replantear lo aprendido en los libros de historia.

El Museo del Fram
Sin duda la estrella del lugar.
Lástima que llegamos con poco tiempo porque esta visita bien merece un par de horas. Una buena excusa para volver a Oslo.
Todo el museo gira alrededor de este barco y su historia. La fama le llegó al ser utilizado por Roald Admunsen en la expedición con la que se alcanzó por primera vez el Polo Sur, pero antes de esa hazaña ya había pasado por unas cuantas penurias y aventuras de primer orden.

Museo Kon-Tiki
La historia que se cuenta en este museo uno no sabe si definirla como la de un soñador, un aventurero, un explorador o un loco. Después de meditar en ello supongo que tendría un poco de todo, porque para acometer algunas de las travesías de aquellos tiempos un poquito de cada uno de los ingredientes no te podía faltar.
Para finalizar este día las puestas de sol desde la zona son espectaculares. Vale la pena alargar un poquito la jornada y quedarse tranquilamente observando como va el cielo pasando por las diferentes tonalidades del atardecer.
Esta fue una jornada larga y dura, llegamos a casa derrotados y con pocas ganas de guerra.
El siguiente día fue el más cultural de todos. Que no decimos que el anterior no fuese cultural pero todas las visitas tenían ese componente aventurero y de contacto con la naturaleza que tanto nos gusta. Así que este tercer día de visitas por Oslo nos dedicamos a ver los museos del centro. Lógicamente no nos dio tiempo a verlos todos pero si los que nosotros creímos más importantes.
Museo Munch
Si no conocéis nada de este artista seguro que si os ponemos una foto de su obra más importante rápidamente la identificaríais. Edvard Munch es el autor del famoso “El Grito”. Pues que sepáis que este cuadro no está en su museo. Igualmente la visita es interesante y el museo es bastante pequeño con lo cual se hace rápido y sirve para entrar en materia.

Museo de Historia
Dentro del museo de historia se encuentran varias exposiciones de diferentes periodos y zonas del Mundo. La exposición permanente en la primera planta de la era de los vikingos y la Edad Media, que nos resultó la parte más interesante. Y en las plantas restantes había exposiciones más pequeñas sobre el antiguo Egipto, los pueblos de las zonas árticas y sobre los aborígenes americanos.
Aquí echamos en falta algo más de información simplificada que hiciese más amena la visita ya que la cartelería que había era demasiado densa y en muchos casos sólo estaba en noruego, así que uno se perdía un poco.
Este museo puede ser un buen candidato a descartar y sustituir por otro de los que se encuentran en el centro de Oslo.

Galería Nacional de Arte
Aquí es donde podremos observar el famoso “El Grito” de Munch, aunque hay mucho más y obras muy destacadas como La Madonna del propio Munch, Naturaleza Muerta de Cezanne, algunos cuadros de Picasso y de El Greco. Esculturas como El Pensador de Rodin o un busto de Camille Claudel. Da para estarse un buen rato recorriendo sus diferentes salas.


Tanto en el Museo de Historia como en la Galería Nacional de Arte hay carros de bebés a disposición de las familias, todo un detalle si vas con niños, porque conseguir que estén tranquilos durante una hora larga mirando cuadros es todo un reto. Magec incluso acabó échandose un par de siestas durante estas visitas.
Con las visitas a estos tres museos más el tiempo que paramos a almorzar se nos fue el día en un momento, así que hicimos una pasada rápida de nuevo por el mercadillo de Navidad y a casa a descansar que el día siguiente se presentaba intenso.
Realmente con tres días en Oslo sería suficiente para visitar la ciudad, especialmente en verano que se cuenta con más horas de luz, así que este cuarto día se podría decir que es un extra para tomarse los anteriores con más calma.
Nosotros lo habíamos dejado para ir a tomar contacto con la naturaleza. Ante la falta de nieve para tirarnos por trineo el plan B era usar ese mismo circuito de trineos para realizar un sencillo senderismo por dentro de los bosques que rodean Oslo.
Lamentablemente el día amaneció bastante lluvioso y frío, bueno, fríos fueron todos. Como no teníamos ni idea como iba a estar el tiempo en las montaña y tampoco era plan de embarcarnos lloviendo a caminar por lo bosques, después de debatirlo un rato, decidimos quedarnos en Oslo y tuvimos que improvisar unas visitas por la ciudad.
Volvimos al Centro de Información Turística para coger unas tarjetas de transporte, ya que el Oslopass finalizó el día anterior y a que nos diesen algunas recomendaciones de qué podíamos hacer, que fue lo siguiente:
Ruta en ferry por el fiordo
Es cierto que el ferry que te acercan a los Museos de la península de Bygdoy, Fram – Kontiki – Vikingo – Nordsfolkmuseum, no funciona fuera de temporada alta. Pero el ferry normal de pasajeros que se mueve por las islas del fiordo si funciona con regularidad.
A nosotros no se nos había pasado por la cabeza, pero ya no como plan B sino incluso como plan principal para un día soleado es una gran idea.
Los ferrys pasan cada hora por las islas y se pueden visitar 4 o 5 de las más cercanas. Así que tranquilamente podemos elegir 2 o 3 de ellas y dedicarnos a visitar las islas, que son bastante pequeñas, con calma. Algunas son ideales para el avistamiento de aves.
Como estaba lloviendo nosotros lo único que hicimos fue coger el ferry para darnos una paseo de una hora por el fiordo viendo los paisajes.

Food Court de Mathallen Oslo
El nombre no deja mucho lugar a la interpretación. Nos lo recomendaron en el punto de información y todo un acierto.
Un mercado transformado en zona de restauración que cuenta con una variada oferta gastronómica local e internacional y donde todavía quedan unas cuantas tiendas donde comprar carne, pescado, quesos, frutas, dulces, etc …

El mercado se encuentra dentro de un recinto industrial y fuera del edificio que lo alberga hay también más oferta de ocio, restauración, una escuela de danza y artes escénicas y hasta un rocódromo indoor. Bastante curioso todo el lugar.
La Iglesia de Gamle Aker
No somos mucho de visitar este tipo de lugares, pero cuando te dicen que es el edificio más antiguo de Oslo y te queda justo al lado de donde estás pues ¿por qué no? Se trata de una iglesia románica del s.XII rodeada de un antiguo cementerio, todavía hoy en uso, y situada en medio de la ruta de peregrinación de St. Olaf, el antiguo rey vikingo Olav Haraldsson, que al parecer fue una pieza importante en la cristianización de Noruega.
Entre la lluvia, que ya era de noche, el cementerio y un poco de neblina, la visita resulto bastante fantasmagórica, con algunos sustos incluidos que nos dimos unos a otros escondiéndonos entre los arbustos del lugar.

La verdad es que para ser un día improvisado, con un plan medio sacado de la manda y ejecutado bajo una constante llovizna no nos salió mal del todo.
Y llegó el momento de poner el punto final a nuestra visita. Tan sólo nos quedaban un par de horas la última mañana para rematar alguna visita pendiente y comprar algunos souvenirs.
Así que después de dejar las maletas en la consigna de la estación de autobuses nos fuimos directos a uno de los imperdibles de la ciudad.
El Parque Vigeland
Es el parque más famosos de Oslo y realizado por el artista del que toma nombre, Gustav Vigeland.
Toda una serie de esculturas que escenifican diferentes momentos de la vida y la familia.
Nosotros hicimos gran parte de la visita bajo una fría y densa niebla, pero seguro que en un día soleado y con algo más de tiempo se pueden apreciar mucho mejor todos los diferentes detalles de las más de 200 estatuas que alberga el parque.





Entre que vivimos en las Islas Canarias y nuestras escapadas suelen ser a climas más tropicales, no teníamos muy claro del todo como iba a ir esto del turismo y el frío todo en uno. Pero se nos ha quedado en el cuerpo unas ganas de frío, exploración y aventuras que no descartamos para nada irnos todavía un poco más al norte a la mínima oportunidad que se nos presente.
Así que … ¿Alguna recomendación para próximas aventuras polares en familia?
Como siempre, si te ha gustado y/o parecido útil esta información no dudes en compartirla, ya sabes …
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Fantástica aventura en Oslo. ¡Un poco de frío para cambiar la rutina! Puedo dar fe que le parque de Vigeland, un día de sol es impresionante por lo real de las escenas.
Un saludo.
Javier
Pasamos unos días geniales! Nos faltó tan sólo la nieve para acabar de hacer el pleno. Un saludo.
Hola! me puedes dar un poco mas de información sobre el paseo por los Fiordos en Ferry. Donde se pillan? y que precio tiene?
gracias!
Maite
Hola! Los ferrys para visitar las islas se cogen en el embarcadero que se encuentra justo en frente de la zona del Ayuntamiento. El precio de billete suelto lo desconocemos ya que forma parte de la red de transporte público y está incluido en el Oslo Pass, que te recomendamos encarecidamente que los compres ya que incluye también la entrada a la mayoría de los museos interesantes de visitar. Nosotros compramos el de 48h y el primer día ya lo teníamos amortizado en trasportes y entradas de museos. Desde este
ENLACE lo puedes comprar antes de tu llegada y así solo tienes que pasar a recogerlo por el centro de visitantes.
Hola,
Estba interesado en viajar este proximo puente de diciembre. He visto que las temperaturas esta alrededor de los cero grados y que anochece a las 15.30. ¿Recomiendan viajar aún así?
Hemos viajado mi novia y yo a Copenhague en invierno y nos encanto, pero no hacia tanto frio y habia mas luz. Estoy con dudas y por otro lado, ¿es tan caro como dicen?
Gracias!!!
Hola David,
Las temperaturas, aunque son bajas, son bastante llevaderas. Piensa que nosotros vivimos en las Islas Canarias y con una buena chaqueta, una camiseta térmica y una malla fina debajo del pantalon sobrevivimos a la experiencia, e incluso algún día nos tuvimos que quitar algo de abrigo al medio día pq si salía el sol daba hasta calorcito.
Respecto a las horas de luz, es verdad que son muy pocas, aunque hay algo de claridad antes de la hora marcada como amanecer y hasta un rato después de la hora marcada como atardecer. De todas formas, piensa que es Navidad, y las cosas se ponen realmente bonitas por la tarde-noche, así que adelante. Ir a Oslo es una gran elección.
Un saludo.
Muy bonito el viaje y excelente toda tu información que utilizaré para un viaje que tenemos planeado para este verano o el próximo,estoy recopilando datos,rutas y lugares para cuatro días…muchas gracias por compartir vuestra experiencia,,,un abrazo desde Murcia.