Ainsss la playa de Jacomar, menudo rincón para seguir soñando con nuevos parajes.
Nuestra amada Fuerteventura, nuestro refugio antiestrés, después de haberla visitado decenas de veces y haber recorrido prácticamente toda su costa, nos tenía preparada una última “sorpresa”. Y lo ponemos entrecomillado porque uno no llega a la playa de Jacomar de manera accidental.
Nuestro encuentro con este rincón de Fuerteventura fue totalmente premeditado.
Aproximando la imagen vimos que la primera impresión era correcta, pero había más. Habían casas, habían embarcaciones, y sobretodo, había un color en el agua que ejerció sobre nosotros un efecto llamada, como un potente imán.
Estaba decidido, había que llegar a ese lugar.
Y así, en nuestra última visita a Fuerteventura, tras recorrer unos 10 kilómetros por pistas de tierra y sortear unos cuantos centenares de metros subiendo y bajando lomas llegamos a Jacomar.Jacomar es un pequeño conjunto de casas de pescadores situadas en el corazón del Monumento Natural de los Cuchillos de Vigán, usadas durante siglos por los majoreros como puerto de abrigo donde protegerse de los temporales y guardar los aparejos de pesca.
Hablando con alguno de los habitantes ocasionales que hay a día de hoy averiguamos que Jacomar existe desde hace más de 200 años, aunque no tenían del todo claro el momento exacto de su fundación.
Las palabras textuales fueron: “Mi abuelo compró la chabola de joven a un pescador que estaba ya retirado. Aquí murió mi abuelo, nació y murió mi padre, nací yo y no me importaría morir aquí también”. Todo esto dicho por un señor mayor que ya andaría cerca de los setenta años, si no los pasaba.
Si ya a día de hoy resulta laborioso llegar hasta Jacomar, no queremos imaginarnos como lo sería hace 200 años, donde el único acceso posible era por mar o tras una larga caminata por los angostos senderos que discurren una de las zonas más abruptas y áridas de la isla de Fuerteventura.
Seguro que era un lugar reservado para los y las más valientes.
En Jacomar deben quedar como una docena de casas que han resistido el paso del tiempo y los embates de la mar. Todas están acondicionadas exteriormente de la misma forma y con los techos pintados de color rojizo, para tratar de reducir el impacto visual en el paisaje a la mínima expresión.
Durante la conversación con los pescadores del lugar descubrimos que este hecho no era casual. Habían recibido hace algunos años la visita de los inspectores de Costas y una de las formas de tratar de evitar la aplicación de la ley y que la piqueta acabe con el lugar era precisamente esa.
La verdad es que no llegamos a comprender, con las salvajadas en forma de grandes hoteles que se han hecho en todo el litoral español, cómo puede un lugar como Jacomar estar amenazado cuando lo que debería es estar protegido gracias a su historia y singularidad.
En la parte trasera de las casas podemos hallar los restos de una salina, supuestamente tan antigua como el poblado. Parte fundamental del desarrollo del lugar y su supervivencia. Imprescindible la sal que obtenían para poder mantener esos pescados que luego intercambiaban por otros bienes necesarios las pocas veces que se acercaban a otros núcleos habitados.
Una vez has visitado el poblado puedes seguir adentrándote en el malpaís gracias a los senderos que se han ido formado con el paso del tiempo. Encontrarás algunos entrantes naturales que forman charcas con un agua tan clara, de un azul turquesa tan intenso, que no podrás ni querrás evitar bañarte cada pocos metros.
Si te acercas hasta aquí, como no queremos que te lleves una decepción, ten en cuenta que esto es una zona totalmente salvaje, donde no hay un servicios de limpieza que recoja todo lo que los humanos tiramos al mar y este devuelve a la costa.
No te vamos a pedir que limpies la zona, aunque si todos los que llegamos a Jacomar nos llevamos una bolsita tampoco pasaría nada. Eso sí, lo que traigas para pasar el día llévatelo de nuevo. Recuerda que nadie ira detrás tuyo a limpiarlo.
Con esta visita hemos podido rubricar una idea que hemos tenido siempre bastante clara. Da igual las veces que hayas visitado un lugar, siempre podrás encontrar algo nuevo en él; porque el viaje no lo hace el destino, si no como tú te quieras acercar a él.
Para nosotros ha sido todo un regalo llegar hasta la playa de Jacomar y aprender un poco sobre la historia del lugar. Nos ha proporcionado un chute de energía renovada para seguir explorando este magnífico archipiélago donde vivimos.
Todavía nos quedan muchos rincones por descubrir en las Islas Canarias.
En el caso de El Puertito de los Molinos, dentro del Parque Rural de Betancuria, en 2007 se barajo declararlo como nucleo de valor etnografico, aunque la iniciativa se diluyo, sin que desde entonces las chozas no hayan dejado de crecer y mejorar. Por primera vez, el asentamiento de la desembocadura del barranco de Los Molinos se planteo documentalmente desde la fusion de los municipios de Puerto de Cabras y Casillas del Angel, segun recoge el historiador Francisco Cerdena en su blog Cuaderno de Puerto de Cabras. «El Puertito de Los Molinos, por el que se verificaba una importante exportacion de piedra de cal, yeso y derivados, tambien fue objeto de control por el Ayuntamiento de Casillas y por el recien nacido Cabildo. En aquellos anos de 1912 a 1918 se produjeron hasta movimientos comerciales de bienes inmuebles, se compra-vendieron casas, cuartos y hornos en la playa de Los Molinos, una actividad que denota la vida del caserio». Por contra, sobre la creacion de las chozas de Jacomar, en el municipio de Antigua, apenas hay constancia documental salvo como refugio pesquero y por sus salinas que podrian tener casi 200 anos de antiguedad. El grupo de construcciones tambien forma parte de un espacio protegido: el Monumento Natural de los Cuchillos de Vigan. En 2010, el Ayuntamiento de Antigua propuso al Gobierno de Canarias que sus chozas se incluyeran en el censo de edificaciones de interes etnografico cuando por la retaguardia avanzaban los expedientes de demolicion de la Demarcacion de Costas.
Gracias por este post tan maravilloso. Me gustaría preguntaros el tipo de coche que recomendáis para llegar hasta Jacomar, gracias!
Muchas gracias Cristina, yendo despacito cualquier coche puede ser válido para llegar. Pero ten en cuenta que la mayoría de casas de coches de alquiler no cubren los daños cuando circulas por pistas de tierra, con lo cual doble precaución.