Parque Nacional de Bako
El Parque Nacional de Bako es el más antiguo de los parques nacionales de la región de Sarawak y está considerado la joya de la corona dentro de los parques nacionales del Borneo malayo.
Tabla de contenidos
Su reducida dimensión, son tan solo 27 km2, permite a sus visitantes en muy poco tiempo poder disfrutar de toda la naturaleza que alberga en los diferentes ecosistemas de este pequeño parque.
Su selva, manglares y playas son el hábitat de multitud de especies, tanto de flora como de fauna, siendo uno de los mejores lugares de Borneo donde poder ver al extraño mono prosbocis, popularmente conocido como mono narigudo, en total libertad.
Pero no solo podremos ver monos narigudos, también en el Parque Nacional de Bako podremos ver los siempre presentes macacos, cerdos barbudos, ardillas y lemures, serpientes, varanos, ¡cocodrilos! y cientos de aves, aunque estas más que verlas las oirás, ya que la selva por momentos es bastante densa.
Durante sus trekkings podrás recorrer los diferentes tipos de vegetación y paisajes que conforman el Parque Nacional de Bako. Manglares y zonas de bosque pantanoso, solo transitables a través de una red de pasarelas. Zonas de arbustos sobre suelo arenoso, lugar ideal para la observación de plantas carnívoras. Y, por supuesto, la densa selva que te sorprende al final de sus caminos con vistas o accesos a impresionantes playas acantiladas.
Si en la parte de Sabah la visita a Sepilok para ver orangutanes nos parece imprescindible, en la región de Sarawak el Parque Nacional de Bako lo ponemos al mismo nivel. Otro imprescindible de nuestro paso por Borneo.
Cómo llegar al Parque Nacional de Bako
El Parque Nacional de Bako se encuentra en la región de Sarawak, en uno de los extremos de la península de Muara Tebas, a unos 40 Km de la ciudad de Kuching, capital de Sarawak y es solo accesible por mar.
La inmensa mayoría de los viajeros que llegan al Parque Nacional de Bako lo hacen desde Kuching, que es el campo base ideal para visitar esta parte de Sarawak y desde donde se pueden visitar otros parques nacionales como el de Gunung Gading o el de Semenggoh.
Para llegar hasta el Parque Nacional de Bako primero tendremos que coger desde Kuching el autobús 1, coste aproximado de 3,5 RM, que nos dejará aproximadamente en una hora en el embarcadero del parque nacional, donde pagaremos el acceso al parque (20 RM adultos y 7 RM menores de 18 años y gratis menores de 6 años).
Este autobús lo puedes coger justo al lado del centro de información turístico de Kuching, en las oficinas que están junto al río Sarawak.
La barca de acceso al parque nacional de Bako se paga por separado de la entrada y no tiene precio fijo. Si la barca va llena son 20 RM por trayecto, si son menos personas os tocará negociar el precio o tener un poco de paciencia y esperar que vayan llegando más personas.

Nosotros fuimos en temporada alta y salieron varias barcas a la vez, así que ni tuvimos que esperar y pagamos tan solo esos 20 RM.
Dónde dormir en el Parque Nacional de Bako
La visita al Parque Nacional de Bako se puede hacer perfectamente en un día, aunque si quieres disfrutarlo de una forma más relajada lo ideal es hacer como mínimo una noche dentro del parque.
Con la visita de dos días y una noche podrás hacer alguno de los trekkings nocturnos que proponen los guías del parque, que son el mejor momento para descubrir gran parte de fauna que alberga este parque.
Dentro del parque se puede acampar, tanto en la zona principal, donde está el campsite, como en alguna de las playas más remotas del parque.
Técnicamente para acampar se supone que los propios guías del parque te alquilan sus casetas (carpas) pero en la propia web del Parque Nacional de Bako pone que el acceso al campsite no incluye equipamiento y nosotros preguntamos y allí nadie sabía nada.
La información al respecto es algo confusa y además las experiencias que hemos leído al respecto no son muy alentadoras.
Al parecer cuesta bastante mantener a los macacos a raya, están bastante acostumbrados a los humanos, y tratan de robar todo lo que pueden.
La mejor opción para dormir dentro del parque nacional es reservar alguno de los alojamientos que hay disponibles.
No son muy económicos, pero sin duda, pasar como mínimo una noche dentro del Parque Nacional de Bako nos parece la mejor idea para poder explorar toda la zona con calma.
Si quieres asegurar tu estancia te recomendamos que reserves con antelación, nosotros nos dejamos ir y al final nos quedamos sin opción a dormir dentro del parque.
El sistema de reserva es sencillo, desde la propia web de parques nacionales se puede consultar la disponibilidad, precios y hacer la reserva.
Dónde comer en el Parque Nacional de Bako
Dentro del Parque Nacional de Bako tan solo hay una cafetería donde poder comprar agua y comida a precios más elevados de los que encontrarás en Kuching.
Toda la zona de la cafetería es dominio de los macacos, así que si decides comer en ella mejor que no te levantes hasta que finalices el plato, porque si no a tu regreso lo más seguro es que ya no quede en la mesa.
Si solo vas a hacer la visita de un día y quieres ahorrar algunos ringgits lo mejor será que lleves todas las provisiones que necesites para tu estancia desde Kuching.
Si quieres recompensarte al final de la visita y te sobra algo de tiempo antes de coger el barco de regreso, en la cafetería venden cerveza bien fría, que después de unas horas caminado bajo el calor infernal del parque sabe a gloria.
Mejores trekkings del Parque Nacional de Bako
Hasta 16 rutas de trekking hay marcadas -perfectamente- dentro del Parque Nacional de Bako.
Cuando estuvimos nosotros, en 2016, había un buen número de ellas cerradas por mantenimiento y según la propia web del parque siguen cerradas.
Estás rutas que estás cerradas son las que se alejan más de la zona principal del parque, así que algo nos dice que quizás más que cerradas por mantenimiento, la propia gestión del parque ha decidido cerrar está zona por seguridad de los visitantes o del propio parque.
Sea cual sea la ruta que elijas, antes de iniciar el camino debes pasar por las oficinas del parque nacional y registrar tu visita. Este es el mejor momento para coger el mapa de los senderos del parque y recibir toda la información actualizada del estado de las rutas.
Ten en cuenta que las distancias y tiempos que marca el mapa son solo para el trayecto de ida, así que debes multiplicarlo todo por dos, ya que salvo el sendero número 10 que es circular, todos los senderos son solo de ida.

Una vez hecho el registro y recibida toda la información y antes de emprender la partida por los senderos elegidos ya tuvimos nuestros primeros encuentros con animales, un cerdo barbudo que paseaba tranquilamente por la playa y unos cuantos monos narigudos, que apenas pudimos captar, que estaban comiendo tranquilamente en unos árboles junto a las oficinas centrales.


Iniciamos nuestra ruta por el sendero número 3 (Telok Paku), un pequeño camino que es de los más recomendados dentro del Parque Nacional de Bako, junto al sendero número 2, para poder observar a los monos prosbocis. Los pudimos ver de regreso.
Este sendero a pesar de lo corto que es ya empieza a poner a cada uno en su sitio.
Alguna pequeña subida unido a tramos de selva espesa, caminos totalmente enraizados y la constante humedad que te va pesando a cada paso, te hacen darte cuenta rápidamente de que a los puntos más lejanos del parque quizás no nos sea tan fácil llegar.
El camino acaba en una espectacular playa, que invita a la relajación y al baño, aunque la cartelería que hay a la entrada y la advertencia de los guardas del parque de que hay cocodrilos en la zona te hacen pensar un par de veces eso de meter o no un pie en el agua.

Una vez finalizado este sendero la idea era meternos con el sendero circular de Lintang, el número 10, pero teniendo más o menos claro que las distancias se nos iban a hacer un poco pesadas, optamos por una opción un poco más corta.
Nos decidimos finalmente por el sendero número 5 y 6, Telok Pandan Kecil y Besar. Dos populares playas dentro del Parque Nacional de Bako.
Deshacimos parte del primer sendero hasta el cruce del sendero que te acerca hasta la playa de Pandan y tras una fuerte subida, llegamos a la parte alta de la meseta, una zona arenosa que es fácilmente transitable gracias a las pasarelas que han montado en gran parte del camino y que impiden salirse del sendero trazado.

Esta es una de las zonas del Parque Nacional de Bako que cuenta con mayor presencia de plantas carnívoras, hay arbustos enteros llenas de ellas. Imaginamos que este punto ayuda bastante a que la presencia de mosquitos, por lo menos durante el día, sea bastante escasa.
Tras algo más de una hora de camino llegas al mirador de Pandan Besar. Una atalaya rocosa con vistas a una espectacular playa, de esas donde a uno no le importaría quedarse algunos días acampado en plan naufrago. Desde arriba la pinta de la playa es impresionante.

Después de descansar un rato y sacar las fotos de rigor nos planteamos bajar hasta a playa de Pandan Kecil, pero viendo ya la hora que era y especialmente la subida que nos iba a tocar afrontar si nos animábamos a bajar, decidimos que era mejor emprender el camino de regreso y dar por finalizada nuestra visita al Parque Nacional de Bako.
10 Consejos para disfrutar al máximo de tu visita al Parque Nacional de Bako
- No olvides registrarte a la entrada del parque antes de iniciar los senderos, así como informar si vas a hacer alguno de los senderos más alejados, tanto a tu salida como a la llegada. Toda seguridad es poca.
- Lleva mucha agua. La humedad del ambiente es brutal, a medida que va avanzando el día el calor se hace insoportable y sudar a mares es inevitable. Carga agua sin miedo, mínimo dos litros por persona, y no te preocupes por el peso porque irá bajando rápidamente y mejor no quedarse corto.
- No te fíes de las distancias. Las condiciones climatológicas del Parque Nacional de Bako hace que los senderos resulten más duros de lo que por su longitud deberían ser. A nosotros nos pasó y eso que ya veníamos con más de un mes de viaje en la mochila y algún que otro sendero en las piernas tanto en Filipinas como en la parte de Sabah.
- Los senderos dos y tres son los más indicados para ver a los monos prosbocis. Transita por ellos en silencio y prestando atención a cualquier ruido que pueda venir de los árboles. Cuando oigas algún ruido párate y trata de identificar de donde viene, se paciente, no siempre es fácil ver donde están pero al final seguro que acabas dando con ellos.
- Si quieres disfrutar a fondo del parque haz reserva previa mínimo para una noche, que no te pase como a nosotros que al final nos quedamos sin opción a dormir dentro del parque.
- Si te decides a llevar tu propio equipo de acampada y te vas a alguna playa a hacer noche ten en cuenta las mareas, hay zonas muy planas y la marea sube bastante. A ver si vas a tener que salir corriendo a media noche con el agua a los tobillos.
- Si finalmente no consigues alojamiento procura estar bien pronto en el embarcadero para que salir en la primera barca que se llene y nada más llegar al parque ve a registrarte y reserva sitio para la última barca de regreso.
- Si has conseguido alojamiento no te pierdas los trekkings guiados nocturnos. Acompañado de una guía es la mejor manera de disfrutar todo lo que tiene que ofrecer el parque.
- Cuidado con los animales. Aunque parezca que están acostumbrados a la presencia de humanos , no dejan de ser animales salvajes y, por lo tanto, de reacciones impredecibles.
- No te salgas de los senderos marcados, no recojas flora del parque y trata dejar la menor huella posible. Creemos que sobra decirlo pero recuerda que el Parque Nacional de Bako es una zona protegida. ¡Cuídala!

Como siempre, si te ha gustado o parecido útil está información para realizar tu visita al Parque Nacional de Bako, no dudes en compartirla, ya sabes…
¡Compartir es vivir!
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