Después de tanto ajetreo lo que apetecía era un poco de relax y de comodidad. Así que los últimos días los pasamos en la zona de Los Caños de Meca, en un apartamento pegado a la playa para descansar de tanto furgoneta y poder movernos a pie por los diferentes puntos de la costa.
La semana se podría resumir de la siguiente forma:
Levantarse, desayunar y a la playa. Volver al apartamento a almorzar o comer algo en algún restaurante del pueblo o chiringuito de la playa. Siesta. Y ya por la tarde otro ratito de playa o bien si la siesta se había alargado mucho a la piscina del apartamento.
Puro estrés de semana.
Aquí unas fotos para que lo puedan comprobar.
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