Podemos decir que el hecho de viajar a Hungría a sido casi una casualidad por nuestra parte, ya que no era el destino que teníamos en mente cuando nos decidimos a comprar los billetes -era Rumanía- y en el momento de hacer click el precio que encontramos para Hungría era mucho mejor. Y, como al final el plan original era visitar Europa del Este, pues Hungría también nos valía.
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Aunque hicimos un viaje relativamente sencillo, no fue del todo fácil organizarlo, ya que más allá de Budapest, la información en castellano que hay del país es más bien escasa. Así que con este primer artículo que le vamos a dedicar a Hungría esperamos ir poco a poco mejorando esa situación. Ya que, y esto sí que lo tenemos claro, es un país muy visitable si quieres huir de las aglomeraciones de otros destinos más punteros y, para aquellos que preferimos destinos de naturaleza, tiene algunos puntos muy top.
Como para cualquier destino que quieras visitar, más si es un viaje relativamente largo (nosotros estuvimos tres semanas, dedicando unas cuantas jornadas a practicar senderismo en Hungría) hay unos cuantos puntos básicos que debes tener en cuenta antes de partir y que te ayudarán a organizar tu viaje.

Documentación para viajar a Hungría
Para este punto, nosotros que salimos desde España, tenemos muy claro donde hay que consultar la información, así que si nos lees y tu nacionalidad no es la española, deberías consultar con la embajada o consulado de Hungría en tu país de origen.
Si eres de España la información más veraz que encontrarás es la del Ministerio de Asuntos Exteriores, en su apartado de recomendaciones de viaje. Aquí puedes consultar las de Hungría, donde comprobarás que para nosotros es tan simple como llevar el dni, ya que es un país de la Unión Europea.
El idioma en Hungría
Esto puede parecer una obviedad, pero lo vamos a poner porque fuera de las zonas turísticas es lo que te vas a encontrar, en Hungría se habla húngaro.
¿Qué queremos decir con esto?
Pues que fuera de Budapest, los alrededores de la catedral de Debrecen, el lago Balaton y el lago Tisza, se hace realmente difícil que te atiendan en inglés.
Unos ejemplos como muestra:
Parque nacional de Agttelek, oficina de turismo, nadie hablaba inglés.
Parque nacional de Hortobágy, oficina de turismo, de tres personas solo una hablaba inglés y, lógicamente, como era a quien más gente atendía lo hablaba tan rápido que si tu inglés es justito, como el nuestro, pues la mitad de la información se queda atrás.
Eger, festival de música folk, en los puestitos de comida tuvimos nuestros más y nuestros menos para hacernos entender.
Zonas rurales, olvídate. Es que ni en los restaurantes, la mayoría de veces, tenían carta en inglés.
¿Y sabes qué?
Que nos gustó. Estamos muy mal acostumbrados a pensar que con el inglés lo tenemos todo resuelto. Así que tener que volver a esforzarnos para hacernos entender, volver a la mímica acompañada de nuestra mejor sonrisa, a los inevitables malentendidos y sus muchas veces cómicas consecuencias, etc… aportó un componente de aventurilla al viaje que echábamos de menos.
Así que si tienes intenciones de viajar a Hungría te recomendamos que busques un poco de vocabulario básico y practiques la pronunciación, porque el húngaro es muuuuuy complicado y si lo intentas solucionar al momento con Google Translate, el fracaso está prácticamente garantizado.
Moneda, cambio de divisas y tarjetas para viajar a Hungría
En Hungría, aún siendo un país de la Unión Europea, no se usan los euros. La moneda de Hungría es el Florín Húngaro (HUF), donde 1€ son alrededor de 315-325 HUF. Aunque el cálculo mental no es excesivamente complicado (1000 HUF son 3€ aprox) lo ideal es que descargues en tu móvil la aplicación de Xe.com y así podrás consultar siempre el cambio exacto y actualizado.
El hecho de que la moneda de Hungría no sea el Euro nos plantea un pequeño dilema a la hora de emprender el viaje.
¿De donde sacamos florines húngaros para movernos por el país?
Tenemos diferentes opciones:
1.- Llevar euros e ir cambiando en el país poco a poco a medida que vayamos necesitando florines. Esta opción la desaconsejamos totalmente, ya que el cambio que vimos en prácticamente todos los sitios era malísimo, entre 250-280 HUF en el mejor de los casos.
2.- Usar la tarjeta de tu banco normal e ir sacando dinero en florines directamente de los cajeros. Nosotros antes lo hacíamos así, con la tarjeta de EVO Banco, que técnicamente no cobra comisiones, pero el cambio en su política respecto al cambio de divisa que aplican nos ha hecho desistir también de esta opción. En general los bancos tradicionales no aplican un buen cambio.
3.- Hacer como nosotros -y mucho otros viajeros- y subirte a la ola de las nuevas tarjetas bancarias y cuentas online que han salido últimamente, todas ellas gratuitas y que permiten la retirada en cajeros y el pago en diferentes divisas con unas opciones muy ventajosas. Nosotros ahora mismo estamos usando principalmente BNext, que te devuelve la comisión del cajero hasta tres veces al mes, y si retiras en moneda extranjera aplica el cambio de VISA, que siempre será el mejor cambio que podrás conseguir. Además si lo haces desde el enlace anterior (o desde el banner de BNext) te regalan 10€ al activar la tarjeta. Otras dos opciones también muy recomendables son la cuenta N26 (que también tenemos) y la tarjeta de Revolut.
En la siguiente imagen puedes ver algunas de las comisiones devueltas por cambio de divisa en pequeñas compras y retirada de efectivo en cajeros. Al final del viaje suman un importe considerable.
Seguridad y sanidad en Hungría
Seguridad
Desde ciertos sectores mediáticos parece que viajar a Hungría, o a Europa del Este en general, sea como meterse en la boca del lobo, y os podemos asegurar que para nada.
Nosotros partimos de la premisa que, salvo que viajes a países en conflicto o zonas bastante deprimidas, el Mundo es un lugar seguro y, por supuesto, Hungría no lo ha sido menos.
Por ser precavidos te podríamos decir que a partir de ciertas horas hay algunas calles concretas de Budapest que puede dar un poco de respeto caminar solo, pero casi ni eso.
El resto del país, o por lo menos las zonas que hemos visitado, nos han parecido súper tranquilas y seguras. Tanto, que hasta en una de las casas donde nos quedamos la puerta no tenía cerradura y al comentarlo con el casero nos dijo que no eran necesarias, que no nos preocupásemos.
Sanidad
La red sanitaria de Hungría es aceptable, mucho mejor en las grandes ciudades como Budapest o Debrecen que fuera de ellas, pero no hay porque preocuparse respecto a este tema.
Como ciudadanos españoles tenemos derecho a la asistencia sanitaria en los mismo términos que en España -o casi- siempre que estemos en posesión de la Tarjeta Sanitaria Europea. La puedes solicitar de manera gratuita desde el enlace anterior.
Para viajar a Hungría no se necesita ninguna vacuna especial, pero si debes tener en cuenta, especialmente si vas a hacer senderismo, que en algunas zonas del país hay riesgo a causa de las garrapatas de contraer algunas enfermedades que no son broma. Así que pantalón largo, calcetines, gorra y una buena revisada después de cada sendero.
La Tarjeta Sanitaria Europea no sustituye a los seguros de viaje, ya que tan solo proporciona asistencia sanitaria. Si quieres estar cubierto ante otras incidencias como repatriaciones, prolongación de la estancia, gastos de desplazamiento de un familiar, pérdida o robo de equipajes, cancelaciones, etc… o simplemente para que te deriven a la sanidad privada y no la pública; te recomendamos que contrates un seguro de viajes. Nosotros desde hace tiempo lo hacemos con Intermundial y tanto desde el enlace como la imagen anterior lo podrás hacer con un 20% de descuento usando el código BLOGGERIM.
Viajar por Hungría en coche
Al principio de plantear el viaje íbamos a ir Magec y yo solos y no teníamos intención de alquilar coche. La idea era, viendo que la red de transportes públicos es bastante extensa, movernos en ellos y/o a dedo.
No solo íbamos a viajar a Hungría para conocer el país, sino también para proveer a Magec -y a mi- de una experiencia más intensa y social. Lo planteamos como una aventura padre e hijo.
Al final también se sumaron al viaje Tania y Kai, así que siendo cuatro y uno de ellos un bebé de meses, la opción de hacer dedo quedó totalmente descartada y la de usar los transportes públicos finalmente también.
Conducir por Hungría -en Budapest no lo usamos- no nos supuso ningún problema, después de haber sobrevivido conduciendo un mes por Sudáfrica con el volante a la derecha creo que estamos preparados para cualquier prueba.
El estado de las carreteras es de bueno a muy bueno. Están mejor que en muchas zonas de España. La señalítica es clara y te guía fácilmente. Y tampoco vimos muchas imprudencias al volante, aunque también es cierto que recorrimos zonas bastante apartadas y con escasa circulación.
Si te planteas en hacer o no un roadtrip por Hungría, adelante, no tengas miedo, porque es bastante fácil la conducción y te permitirá llegar a áreas remotas que de otra forma sería bastante costoso, a nivel tiempo, llegar.
Lo que sí es importante es que tengas en cuenta estos tres puntos a la hora de conducir:
1.- El nivel de tolerancia con el alcohol a la hora de conducir es 0. Si bebes no conduzcas. Así que te recomendamos que si alquilas un vehículo optes por la opción que incluya segundo conductor gratuito.
2.- Siempre hay que tener las luces de cruce encendidas. Cuando veas las interminables rectas que hay en algunas zonas del país lo entenderás. Ayudan enormemente a ver venir a los coches de frente.
3.- Las autopistas principales son de pago, pero no hay peajes, funcionan con una viñeta telemática. Normalmente las casas de alquiler de coches gestionan este punto, aprovechando para hacer negocio (todo sea dicho). Estoy seguro que ellos tienen pagada la viñeta anual de cada vehículo y le sacan un buen rendimiento a lo que cobran por ello.
Nosotros alquilamos el coche en USAVE a través de AUTOEUROPE. No tienen oficina en el aeropuerto, pero tanto la recogida del vehículo como la entrega nos resulto cómoda gracias al servicio de transfer gratuito que tienen desde el aeropuerto a su oficina.
La opción de segundo conductor gratuito, que nos interesaba bastante, y el precio, que fue muy competitivo, nos hizo decantarnos finalmente por esta opción.
Los alojamientos en Hungría
El tema de los alojamientos nos sorprendió al inicio de empezar a preparar nuestro viaje a Hungría, y no para bien.
Teniendo en cuenta que el salario medio en Hungría es de 465€ (a enero de 2019) nos esperábamos más opciones económicas de alojamiento, y no fue así.
En general los alojamientos que fuimos encontrando en Booking, salvo en Budapest y Eger, no tenían lo que podríamos llamar una buena relación calidad-precio.
Es cierto que viajamos a algunas zonas donde el turismo era escaso, y eso se notaba en los equipamientos. Y que también viajamos casi al principio de la temporada alta, que es Julio y Agosto, y quizás lo mejor estaba ya reservado. Así que previendo lo que nos íbamos a encontrar, y en contra de lo que solemos hacer, llegamos al país con todos los alojamientos ya reservados.
Reservamos los menos vía Booking, tan solo en Budapest y Eger, que estaban muy bien; y Agttelek, donde no había más opciones. El resto, que fueron la mayoría y los mejores, los conseguimos gracias a Home Exchange. Una plataforma de “intercambio” de casas donde por solo inscribirte y rellenar el perfil (lo puedes hacer desde el enlace anterior o desde la imagen) ya vas a recibir suficientes puntos como para dormir unas cuantas noches en casas de ensueño a precios de risa.
Podemos decir que Home Exchange nos salvó gran parte del viaje y nos proporcionó unas experiencias muy auténticas, así que te recomendamos encarecidamente que te animes a probar la plataforma.

La gastronomía en Hungría
Directos al grano. Se come bien. Si vas a viajar a Hungría no vas a tener problema con la alimentación, especialmente si eres carnívoro y tienes cierta tolerancia al picante.
Al iniciar los preparativos para el viaje teníamos algo de preocupación por el tema de la comida, más por los niños que por nosotros, ya que todo lo que consultamos hablaba de comida picante. Después de haber pasado tres semanas en el país podemos decir que no es para tanto. En ese sentido nuestros viajes por Asia nos tienen ya curtidos.
La gastronomía se basa principalmente en carne y sopas, de cualquier tipo. Algunos de los platos que más nos gustaron fueron:
Gulyás (Gulash), la típica -y famosa- sopa de carne de vaca. Viene a ser como un estofado de ternera pero más caldoso.
Vadas Mártás, un contundente plato de carne de cerdo con una salsa hecha principalmente de crema agria y mostaza.
Hortobágyi palacsinta, empanadilla de carne, aunque más bien es tipo crep, con un montón de salsa para mojar pan.
Para los niños, y no tan niños, siempre vas a tener a tu disposición pollo o pescado empanado, que lo bordan, y te soluciona un almuerzo o cena rápidamente.
Para maridar todo esto, los vinos húngaros son excelentes, tanto el tinto como el blanco, donde el vino de Tokaji desataca por encima del resto. La cerveza húngara, bien fresquita, también es siempre apetecible, además de bastante barata. Alrededor de un euro la botella de 1/2 litro. Si te van las experiencias potentes no puedes volver sin probar el palinka.
Respecto a los postres, tienen un repertorio demasiado amplio como para decantarnos por alguno –somos un poco gordis– así que date el gustazo y descubre tu preferido tras probar todo lo que se ponga por delante.
VIAJA SEGURO
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