Qué ver en Bruselas en dos días (o tres)
En este post vamos a contarte nuestro paso por la capital belga y trataremos de facilitarte la información necesaria para que puedas organizar tu itinerario y elegir que ver en Bruselas en dos días, que son más que suficientes para cubrir las visitas más interesantes de la ciudad.
Tabla de contenidos
El año 2016 decidimos visitar Oslo en época navideña, nos gustó tanto que al año siguiente decidimos repetir la experiencia y elegimos visitar Bruselas en dos días como nuestra escapada navideña, que esperamos poder convertir en tradición.
Bruselas
Bruxelles, Brussel o Brüssel son las tres formas más comunes como verás escrito el nombre de esta cosmopolita y multilingüe ciudad, ya que tres son sus idiomas oficiales. Francés, holandés y alemán. Además del inglés, que no es oficial, pero con el que te podrás desenvolver sin ningún problema por toda la ciudad.
Este cruce de culturas, junto al hecho de haberse sabido mantener neutral en algunos de los múltiples conflictos que han ido ocurriendo a la largo de la historia en el viejo contienente, le han válido ser la capital administrativa de la Unión Europea, albergando desde el año 1950 varias de las sedes de los órganos de gobierno de la Unión.
Bruselas no es, ni de lejos, la ciudad más antigua ni poblada de Europa. Su fundación se sitúa en torno al año mil y su población apenas supera el millón de habitantes. Así y todo, ninguna de estas características, le ha impedido convertirse en una ciudad vibrante donde pasar unos más que interesantes días de ocio.
Viajes solo, en pareja, con amigos o en familia, Bruselas es un destino de lo más recomendable.
Cómo llegar a Bruselas
Cómo llegar a Bruselas desde el aeropuerto de Zaventem
La opción más rápida y cómoda es hacerlo en el tren que sale desde el mismo aeropuerto, como casi siempre, la opción más rápida también es la más cara, casi nueve euros cuesta el trayecto hasta el centro del capital.
El billete lo puedes comprar online y ese tiempo que ahorras a tú llegada.
La otra opción, que resulta algo más económica para trasladarnos al centro, es coger el autobús. Varias son las líneas que podemos usar, aunque la más recomendables son las líneas 12 y 21.
El precio del trayecto es de seis euros, pero si lo compras previamente, como pasa en muchas capitales europeas, es algo más barato. En las misma estación lo podrás comprar con antelación antes de subir al autobús.
Cómo llegar a Bruselas desde el aeropuerto de Charleroi
Al igual que desde Zaventem existe la opción de hacerlo en tren y bus, pero sinceramente, aquí no le vemos mucho sentido a la opción de hacerlo en tren, ya que no sale desde el aeropuerto y hay que hacer una combinación de traslados para llegar a la estación de tren de Charleroi pueblo y desde ahí coger el tren hasta el centro de Bruselas.
A nosotros la mejor opción nos parece la del autobús. Hay un shuttle que te lleva directo a la estación de Bruxelles-Midi y que tiene una frecuencia aproximada de paso cada 30 minutos.
Como en el anterior caso es más económico comprar tu pasaje previamente que no directo en el autobús, además en este caso se puede hacer online.
El precio por trayecto si lo compras online es de 14 eur.
Dónde dormir en Bruselas
Si tomamos la Grand Place como el centro neurálgico de Bruselas, desde un punto de vista meramente turístico, tiene sentido pensar que cuanto más cerca estemos de la Grand Place más caro serán los alojamientos, y es una suposición correcta.
Así y todo se pueden encontrar alojamientos bastante correctos en la zona y a un precio más que razonable.
Nosotros ya hemos explicado que cuando nos movemos por este tipo de ciudades casi que preferimos estar un apartamento, donde tengamos acceso a nevera y cocina.
Esta vez hicimos la búsqueda demasiado tarde y no pudo ser, y eso que miramos AirBnb y otras plataformas especializadas en alquiler de apartamentos varias veces.
Al final reservamos una habitación el hotel Queen Mary, un sencillo pero funcional hotel a menos de un kilómetro de la Grand Place, muy cerca de la zona de los mercadillos navideños y que nos permite movernos a pie para disfrutar de todo lo que hay que ver en dos días en Bruselas.
Dónde comer barato en Bruselas
La comida puede convertirse en una de las partidas económicas más importantes en un viaje de este tipo, como te despistes un poco pueden irse tranquilamente más de 100€ diarios en este apartado, así que para que puedas estirar tu presupuesto le hemos dedicado una entrada entera sobre dónde comer barato mientras visitas Bruselas en dos días..
Cómo ahorrar en entradas con todo lo que hay que ver en Bruselas en dos días
Te vamos a presentar a quién se convertirá en tu mejor amiga durante tu estancia en Bruselas, la Brusel Card.
Si tú intención en visitar en dos días muchos de los museos que puedes encontrar en Bruselas debes saber que el acceso a la mayoría de ellos, un total de 39, están incluidos es esta tarjeta.
Incluye el acceso a los Museos de Bellas Artes, Antiguo Palacio Real, Museo de Cómic, de la Cerveza, Autoworld, Museo de la Música, Museo del Chocolate y muchos más.
Para las actividades que no están incluidas, como el Atomium, tiene un descuento, así como si quieres usar los autobuses turísticos, donde el descuento llega al 50%.
Existen tarjetas de 24, 48 y 72 horas, así como con la opción de añadirle el pase al transporte público de Bruselas.
Estudia el precio de las actividades que quieres realizar y organiza bien tu visita para que salga rentable, con tan solo dos o tres visitas al día está más que amortizada su compra.
Qué ver en Bruselas en dos días
Nosotros estuvimos tres días completos en la capital a principios de diciembre, con lo que eso conlleva en horas de luz y de frío.
No nos hizo demasiado buen tiempo durante nuestra estancia, mucho frío, más teniendo en cuenta en las latitudes que vivimos nosotros, nos llovió bastante el primer día y el último hasta nos nevó.
Así y todo, en las 48 ahoras que aprovechamos con la Brussel Card, nos dio tiempo a ver prácticamente todo lo que teníamos previsto visitar en esos dos días en Bruselas.
Qué ver en Bruselas en dos días: Día 1
Como este primer día era el que peor pintaba en cuanto a la predicción meteorológica, hicimos un intensivo de museos.
Arrancamos la mañana bien prontito y nos fuimos dando un paseo por el centro de Bruselas, haciendo una pasada rápida por la Grand Place, lugar desde donde parten los tours gratuitos que te permiten conocer la zona centro de la mano de un guía y en español, para atravesar el Mont de les Arts hasta la zona donde se concentran los principales museos de la ciudad, donde estuvimos gran parte de la mañana.
Museos Reales de las Bellas Artes de Bruselas
Aquí tenemos cuatro museos en uno, conviertiéndose en un lugar de paso obligado para aquellas personas que les gusta el arte y se sientan cómodos vagando por las diferentes salas de un museo.

Los niños empiezan a pagar a partir de los 6 años y para los adultos la entrada es libre si estás en posesión de la Brussel Card.
Aunque con Magec se pueden visitar los museos tranquilamente porque lo tenemos acostumbrado desde pequeño, visitar todas las salas casi que nos parece una misión imposible con niños, ya que el lugar es enorme.
Nosotros nos centramos en dos museos. El museo de los grandes maestros clásicos (Oldmaster Museum) y el buque insignia de los artistas más destacados del arte surrealista belga, el museo de René Magritte (Magritte Museum).
Oldmaster Museum
El museo está compuesto por obras comprendidas entre los siglos XV y XVIII, centrándose básicamente en cuadros de temática religiosa.
En aquellos tiempos quien ostentaba el poder económico para poder financiar ese tipo de obras era la Iglésia o la nobleza.
Hay una amplia colección de obras de maestros holandeses tales como Van Dyck, Van der Weyden o el prestigioso Brueghel y su apocalíptico cuadro “La caída de los Ángeles Rebeldes”, donde no pudimos evitar pasar un buen rato observando hasta el más mínimo detalle y sorprendidos, especialmente Magec, por lo excéntrico de algunas de las escenas contenidas en el cuadro.
La caída de los ángeles de Bruhegel, y sus delirantes e hilarantes detalles
Otro de los puntos fuertes del museo es la sala dedicada a Rubens y su grandiosa, en el sentido literal, obra.
Impresiona ver tan de cerca cuadros de esas dimensiones y uno, al tratar de asimilar las técnicas y el tiempo que tenían que emplear para realizar tales composiciones, no tiene otra opción que reconocer el justo calificativo de maestros que les ha otorgado la historia.

La visita al Oldmaster Museum se nos alargó más de los previsto y nos hizó tener que decidir por uno de los dos siguientes museos que teníamos en mente, ya que ver los dos nos iba a llevar demasiado tiempo.
Estando en la casa de Magritte no haber visitado su museo hubiese sido difícil de justificar, así que fue el que ganó la elección.
Magritte Museum
René Magritte es el artista belga más destacado del último siglo y máximo exponente del arte surrealista del país.
Su museo es una de las visitas obligadas de la ciudad, no solo para los turistas, si no también para los propios habitantes de Bruselas.
Sí o sí debe aparecer en cualquier listado sobre cosas que ver en Bruselas.

A nosotros nos van a tener que perdonar los belgas, pero no nos acabó de enganchar.
Quizás fue por la composición de la muestra, distribuida en varias plantas oscuras donde solo estaban iluminadas las obras por los diferentes pasillos que uno recorría, cuando nosotros veníamos de pasear un museo totalmente opuesto, de grandes salas y espacios muy iluminados.
Quizás fue por compartir la visita con varios grupos de escolares, que aunque nosotros estamos totalmente a favor de las visitas de los niños a los museos -creemos que nos os descubrimos nada nuevo- no es lo mismo pararse delante de un cuadro a observarlo tranquilamente, que hacerlo con 20 alumnos a tus espaldas en una visita guiada en un idioma que no entiendes nada.
La percepción cambia bastante.
O quizás, el hecho de tener uno de los artistas surrealistas más importantes de la historia en casa, y haber visitado su museo, nos pone el listón bien alto para este tipo de visitas. Estamos hablando, como no podía ser de otra forma, del museo de Salvador Dalí ubicado en Figueras.
No pretendemos con esta opinión hacerte desistir de su visita, lo que vimos nos gustó y nos pareció una visita interesante, simplemente no nos acabó de enganchar y sería poco ético no contarlo así.

Nosotros quizás lo cambiariamos por el museo de Fin de Siècle o el de Arte Contemporáneo, pero sí que nos pareció una visita recomendable.
Después de esta visita, digamos que como recompensa por lo fácil que nos hace Magec visitar ese tipo de museos, nos dirigimos a uno totalmente pensado para los niños.
Museo de las ciencias naturales de Bruselas
Quizás no sea una de las visitas más turisticas de Bruselas, pero si viajas con niños para nosotros es uno de los imperdibles de lo que hay que ver en Bruselas.
Un museo ideal para los niños donde se puede tocar, experimentar e interactuar con bastantes de los elementos que hay expuestos.
Tenemos que decir que tenemos sentimientos encontrados con este tipo de museos, demasiados animales disecados para nuestro gusto, pero solo por la sala con los fósiles y esqueletos de dinosaurios ya vale la pena su visita.
Tyransosauros Rex, Tryceratops y Diplodocus. Creo que no hace falta nombrar ningún dinosaurio más para entender la importancia de esta sala.
Poder ver los esqueletos de estos tres dinosaurios, que todos los tenemos en nuestro ideario cuando hablamos de dinosaurios, hacen las delicias de los pequeños, pero también de los adultos.

El Royal Belgian Institute of Natural Sciencies está un poco retirado de la zona centro, pero si vas a visitarlo después de los museos de arte o la zona del Palacio Real, se puede llegar tranquilamente a pie dando un pequeño paseo.
Te recomendamos que no guardes menos de dos o tres horas para su visita porque, aparte de los dinosaurios, hay más salas interesantes a visitar.
Finalizada la visita al museo de ciencias naturales y una vez repuesta la energía despues de almorzar en el restaurante africano La Boule Bleu dimos por finalizadas las visitas culturales del día y nos desplazamos a la zona de la Grand Place, que encontramos llena hasta la bandera y la dejamos atrás para dar paso a otro de los objetivos de nuestro viaje a Bruselas.
Los mercadillos navideños de Bruselas
Tratándose de una escapada pre-navideña, uno de los motivos del viaje era disfrutar de los mercadillos y el ambiento navideño de la capital belga.
Aún sin ser Bruselas una ciudad donde se celebre una navidad tradicional, según lo que entenderíamos todo en España por ese concepto, el ambiente festivo sí que está presente.
Hay dos zonas principales de mercadillos, donde se pueden encontrar multitud de puestos callejeros con infinidad de souvenirs, artesanía y mucha gastronomía.
Todos los puestos de los aledaños del edificio de la Bolsa están más centrados en el apartado gastronómico.

Los alrededores de la Plaza Santa Catherina, que podríamos denominar como la zona principal del mercado, ceden el protagonismo a los artesanos, concentrando la mayoría de los puestos de souvenirs.

Es en esta última zona donde también encontramos las atracciones para los más pequeños. Dos tiovivos, cada cual más curioso y una enorme noria son las atracciones principales.

Finalizada la visita a los mercadillos y atenazados por el frío y el cansancio, nos batimos en retirada para descansar y reponer energía para un segundo día intenso y largo.
Qué ver en Bruselas en dos días: Día 2
Este segundo día lo iniciamos bien pronto y después de desayunar nos dirigimos a la Grand Place, para iniciar nuestro recorrido por lo que seguramente sea una de las visitas más dulces que se pueden realizar en Bruselas.
El Museo del Chocolate de Bruselas
Situado en una de las calles de acceso a la Grand Place este museo te acerca a la cultura del cacao, ofreciendote datos sobre la importancia de su cultivo en diversas regiones del mundo, principalmente África y Sudamérica, y tiene una pequeña muestra de utensilios que usaba la nobleza belga para el consumo del chocolate una vez se popularizó en Europa.
La visita al Choco Story Museum tiene su mejor momento cuando al final se realiza una demostración de como se confeccionan los bombones que inundan muchos de los escaparates de la ciudad.
Esta demostración, junto a la fuente de chocolate líquido y los diversos recipientes de degustación con cocholates de diferente pureza en cacao que hay repartidos por el edificio son un auténtico peligro si viajas con niños, y si no también. A Magec casi que lo tenemos que sacar a rastras del museo.

Para compensar un poco esos niveles de dulzura con los que uno sale del Museo de Chocolate, en la misma Grand Place se puede realizar otra visita estrechamente relacionada con otro de los productos estrella de Bruselas.
El Museo de la Cerveza de Bruselas
De este museo tenemos que decir que nos esperabamos más, siendo como es la cerveza en Bélgica, considerada casi como patrimonio nacional, y The Belgian Brewers una de las asociaciones profesionales cerveceras más antiguas del mundo, la visita al museo nos pareció un poco floja.
Le damos una aprobado justo porque con la entrada (incluida en la Brussel Card) hay una degustación de cerveza, que eso sí hay que decirlo, está deliciosa. Da igual que elijas negra o pilsen, el éxito está garantizado.
Además el local donde te sientas a tomar la cerveza tiene un encanto especial, una antigua cervecería en un semisotano de uno de los lujosos edificios que hay dentro de la Grand Place.
Cuando finalizamos nuestra degustación de cerveza volvimos a darnos un paseo hasta la zona del Mont des Arts para realizar una visita que a nosotros nos resultó de lo más curiosa.
The Coudenberg, dependencias del antiguo Palacio Real de Bruselas
No son unas catacumbas, lo pueden parecer, pero no. Es algo que procuran dejarlo claro porque quieren diferenciar la visita.
Lo que se recorre durante esta visita son algunas de las ruinas del antiguo Palacio Real, que quedaron sepultadas como parte de los cimientos del nuevo palacio.
La visita te lleva por el subsuelo de la parte final del Mont des Arts y el inicio de la colina de Coudenberg, de donde toma su nombre.
Mazmorras, aposentos reales, la antigua capilla, parte de la Rue de Isabelle, que era la calle principal que transcurría a las puertas de palacio, salones de audiencias.
Un conjunto de estancias que fueron vivienda y testigo de uno de los personajes históricos relevantes de la Europa del s.XVI, el emperador Carlos V.
Si viajas con niños a Bruselas y quieres visitar el Coudenberg tienes la opción de realizar actividades dinamizadas, algunas con muy buena pinta, como la búsqueda del tesoro a través de un juego de pistas que te hará recorrerer sus pasadizos sienténdote un auténtico explorador.

Toca hacer un alto en el camino para reponer energía en otro de los restaurantes donde comer barato en Bruselas, esta vez en Le Corbeau, muy próximo a la siguiente visita que teníamos prevista y que consideramos como uno de los imperdibles que sí o sí hay que ver en en la capital belga.
El Museo del Cómic de Bruselas
El Comic Art Museum de Bruselas rinde homenaje desde 1989 a todos los representates del 9º arte que han nacido en esta ciudad y hecho de Bruselas el centro mundial del cómic.
Con más de 700 autores registrados, Bruselas es la ciudad del mundo con más artistas del cómic por metro cuadrado.
Tintín, Los Pitufos, Lucky Luke, Asterix y Obélix -franceses estos últimos- son los grandes protagonistas de la exhibición, aunque son muchos más los cómics presentes.
Algunas pantallas distribuidas estratégicamente contienen pases de algunas series animadas o pequeños documentales a cámara rápida donde poder ver la elaboración de diferentes viñetas, y se te has quedado con ganas de más también hay una sala de proyecciones.
Si eres muy fanático de la temática encontrás una gran libreria donde no solo podrás comprar cómics, también tienen muñecos, pósters, pegatinas, imanes, pins… todos los souvenirs que puedas imaginar.
Una visita muy top para niños de todas las edades, recomendable de 0 a 99 años.

Y llegamos al último museo del día y nuestra estancia que visitamos, con opiniones totalmente contrapuestas por parte de los integrantes que formamos nuestra familia.
El Museo del Juguete de Bruselas
No nos vamos a extender mucho en la explicación sobre esta visita, Tania y yo coincidimos en calificarlo como una especie de casa del terror. Para Magec fue junto con la visita al Museo del Chocolate lo mejor de todo lo que hay que ver en Bruselas.
Nuestros consejos o avisos como padres:
El museo es muy analógico, así que si tu prole no está muy digitalizada lo disfrutarán, al fin y al cabo son niños y capaces de pasarlo bien con muy poco.
Si te animas a visitarlo hazlo al final del día, así tendrá la excusa de que el museo va a cerrar y podrás salir huyendo de ahí si te agobias.
Como tras esa visita necesitabamos descagar y relajarnos un poco nos fuimos dando un pequeño paseo hasta la Grand Place, previo paso por la Catedral de Bruselas o Catedral San Miguel y Santa Gúdula.
Y por fin este día sí pudimos disfrutar de uno de los grandes atractivos que se pueden ver en Bruselas.
La Grand Place y su espectáculo de música y luces
Si la Grand Place de día es ya de por si un recinto sobrecogedor, por la noche se transforma, al ritmo de la música y las luces que le acompañan, en un lugar asombroso.
Nos pareció tan bonito el espectáculo que si te coje por la zona a las horas en punto, cuando se representa, puedes repetir tranquilamente y verlo todos los días que estés en Bruselas.

Después del espectáculo de luces y con el subidón que nos dió, todavía sacamos energía para acercarnos de nuevo a los puestos del mercado, tanto a los de la zona de la bolsa como a los de la Plaza Santa Catherina, con performance de luces y zancudos incluida.
Qué ver en Bruselas en dos días: Día extra
Para un tercer día en la capital son varias las opciones que se presentan sobre que ver en Bruselas, algunas que casi se podrían considerar un must si eres de esas personas que no puedes dejar atrás los iconos turísticos de las ciudades.
Visitar el Atomium de Bruselas
Esta molécula de cristal de hierro ampliado se contruyó de forma temporal para una exposición en el año 1958, pero fue tal su éxito que rápidamente se transformó en una de las atracciones turísticas más famosas de la ciudad.
Su aspecto actual se debe a una intensa reforma que sufrió durante el año 2004 y que le valió unas cuantas nominaciones y premios de arquitectura en los siguientes años.
Si viajas con niños a Bruselas, muy cerca del Atomium hay una visita que puede resultar de lo más interesante a la vez que formativa.
Visitar Mini-Europe
Más de 300 maquetas que representan los monumentos y lugares más emblemáticos de 80 ciudades europeas.
Algunas de las representaciones que podemos encontrar son el Palacio de Westminster en Londres, Montmartre en París, Real Sitio de San Lorenzo del Escorial en Madrid, la Catedral de Santiago, el Castillo de Dover, la Puerta de Brandenburgo …. e incluso recreaciones animadas de algunos eventos históricos ocurridos en Europa, como la erupción del Vesubio o la caída del muro de Berlín.
Estas dos visitas realizadas con calma te pueden llevar una buena parte del día, especialmente si decides acceder a la última planta del Atomiun, donde las colas suelen ser importantes
Nosotros no hicimos niguna de las dos, el día se volvió a presentar bien frío y con un cielo amenzante y con ganas de descargar una buena lluvía, o nevada sobre nuestras cabezas, así que preferimos nos alejarnos demasiado del centro y realizar una pequeña ruta a pie por algunos lugares interesantes que hay dispersos por la ciudad.
Visitar Manneken Pis, Jeanneke Pis y Zinneke Pis
Estas tres estatuas meonas son casi una de las fotos obligadas de Bruselas, especialmente la primera.
Manneken Pis es una pequeña estatua de bronce de un niño haciendo pis, apenas mide 65 centrímetros, pero se ha convertido en todo un icono de la ciudad.
Es frecuente ver al Manneken Pis vestido con diferentes prendas, y es que su fondo de armario cuenta con más de 800 trajes.
Jeanneke Pis, ubicada en el lado opuesto de la Gran Place que su compañero masculino. Todavía más pequeña que la anterior, la estatua de la niña meona se queda en los 50 centímetros.
El callejón donde se encuentra, viendo la cartelería que adorna el lugar, tiene que ser un lugar bien divertido cuando cae el sol y despierta en Bruselas su lado más animado.
Y como no puede haber dos sin tres, visto en niño y la niña meona, toca ver a su mascota.
Zinneke Pis, una simpatica escultura, que también sufre de incontinencia urinaria, y la podrás ver aliviando sus tensiones en una esquina muy próxima al mercado de Saint Gery.
Ruta del Street Art
Ya hemos comentado antes la importacia del mundo del cómic en la ciudad de Bruselas, tanto, que han ido poco a poco apoderándose de las paredes de la ciudad y se han ganado su lugar como una de las cosas que hay que ver en Bruselas.
Resultan tan llamativos y hay tantos, que hasta la propia Oficina de Turismo de Bruselas ha editado un folleto desplegable, marcando las diferentes ubicaciones de los graffitis para que puedan ser visitados.
Hay graffitis de todos los tipos, desde los más típicos que hacen referencia directa al mundo del cómico, como el de Lucky Luke o Asterix y Obélix.
Otros de toque más artístico o que representan icónos de la ciudad y que esperan escondidos en cualquier esquina para sorprenderte.
También tenemos algunos ejemplos que representan la saludable diversidad cultural que hay en Bruselas y todo Bélgica.
Y queremos poner en un lugar destacado a los graffitis que encontramos en el barrio de Saint Jacques, una oda a la libertad personal de cada uno a sentir el Amor, los sentimientos y su sexualidad como le apetezca.
Parece mentira que en pleno s.XXI todavía haya personas que se sientan ofendidas al ver a dos personas del mismo sexo dándose cariño.
Ya es hora de que todo el mundo entienda que todos somos personas, y por ende todos somos amables por todos, independientemente de nuestro género.
Con todas estas alternativas propuestas te da perfectamente para cubrir un tercer día de visitas en la capital belga, pero si no te convence ninguna y tienes un día extra donde no tienes claro que ver en Bruselas, tienes la opción de desplazarte fuera y visitar algunas ciudades próximas.
Qué más ver cerca de Bruselas
Esta es la excusión más típica que se hace desde Bruselas, puedes centrarte en hacer la visita a una solo ciudad pero si te organizas bien, y no vas en invierno, pueder hacer las dos ciudades en el mismo día.
Visita a Gante y Brujas
De Brujas se dice que es la ciudad más bonita de todo Bélgica, pero también de las dos ciudades propuestas es la más lejana a visitar.
Gante no se le queda muy atrás en cuando a belleza, dicen, porque nosotros no hemos visitado ninguna de las dos.
La ventaja de Gante es que está bastante más próxima a Bruselas que Brujas, aunque llegar a ambas no es nada complicado.
Si quieres visitar por libre estas ciudades tan solo debes dirigirte a la estación central de tren y comprar tu ticket al destino elegido.
El trayecto tarda 35 minutos a Gante y una hora aproximadamente hasta Brujas.
Si no te animas a ir por libre también puedes contratar alguno de los muchos tours guiados que se ofrecen.
Como habrás podido ver son muchas las opciones para poder visitar Bruselas en dos días o tres días, museos, arte callejero, ocio para niños y no tan niños, gastronomía y sus maridajes, chocolate… sean los que sean tus intereses siempre encontrarás algo que ver en Bruselas.
Si te ha gustado y/o parecido útil esta guía no dudes en compartirla, ya sabes…
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